GALLETAS DE MANTEQUILLA PARA
DECORAR
INGREDIENTES: (cantidades para 35 ó 40
galletas grandes de entre 8-10 cm)
250 gr. mantequilla a temperatura ambiente
250 gr. azúcar glass tamizado
Esencia de limón
1 huevo grande a temperatura ambiente
650 gr. harina tamizada
1 chorrito de leche para ligar la masa
Batimos la mantequilla un minuto, a velocidad 3. Bajamos lo que esté en las paredes del vaso y volvemos a batir otro minuto
Bajamos la máquina de velocidad y vamos agregando el azúcar glass (sin parar) que además habremos tamizado
Cuando esté bien mezclado volvemos a subir la velocidad, pero no batir mucho tiempo (máximo 3 minutos)
En este momento pararemos la máquina
y le añadiremos el sabor deseado, así como
el huevo ligeramente batido muy poco a
poco, y batiremos a velocidad 1 hasta que
esté integrado. Si necesitamos, pararemos
la máquina para bajar lo que haya quedado
en las paredes.
Comenzaremos a añadir la harina a
cucharadas, a la velocidad más baja posible
y de la misma manera que incorporamos el
azúcar, sin parar la máquina, pero sin pausa.
Cuando estemos llegando casi al final de la
harina, la masa comenzará a “desmigarse”
En este momento incorporaremos
un chorrito de leche y batiremos de
nuevo hasta que se haya ligado la masa,
formando una bola y se haya
despegado de las pareces del bol .
Cuando hayamos conseguido una masa
uniforme, colocamos sobre la encimera un
papel de hornear y sobre él la masa de las
redonda y chata y la cortaremos en cuatro
trozos iguales . La masa deberá
estar pringosa (debido a la mantequilla)…
pero no pegajosa .
Reservamos tres trozos, y nos quedamos con
uno de los trozos y con las manos le damos
forma rectangular . Colocamos otro
papel de hornear encima y estiramos la
masa con un rodillo . Yo utilizo un
rodillo de silicona de la marca Wilton que
tiene una gomitas a los lados, con diferentes
tamaños, y que sirven para conseguir que la
masa, en toda su superficie tenga un grosor
uniforme . Cuando consigamos el grosor deseado, guardamos
esta masa en la nevera entre los dos papeles
de hornear, y procedemos de la misma
manera con los tres trozos restantes.
La masa debe dejar enfriar en la nevera un
mínimo de 3 horas ( si queremos también
podemos congelar la masa, pero a mi no me
gusta). Debemos colocarla de tal manera
que no coja ninguna arruga ni se doble, y
siempre el trozo más grande en la parte
inferior. Lo ideal sería que nos cupiera la
bandeja de hornear en la nevera y podemos
meter los cuatro trozos uno sobre otro.
A mí me gusta dejar la masa en la nevera de
un día para otro (la he llegado a dejar dos
días) primero, porque así no me parece
tanto trabajo, y porque me parece que la
consistencia de la masa es mucho mejor.
Cuando la voy a utilizar, al haberla estirado,
la puedo usar directamente de la nevera, es
decir, que solo le tengo que para el rodillo
por encima una o dos veces, por si la masa
hubiera perdido un poco la forma, y
empiezo a cortar las galletas.
Retiro el papel de la parte superior y
cortamos las galletas con un cortador .
Las colocamos todas las galletas del mismo
tamaño sobre la bandeja de hornear, ya que
no todas las galletas tardan el mismo tiempo
en hacerse. Con esta receta, encuentro que
la mayoría de las veces la galleta se pega al
cortador y se levanta fácilmente. Pero si no
es así, cortamos la mayor cantidad de
galletas posibles y retiramos los recortes.
Con la espátula especial para galletas, o bien
con la mano ( si la masa está bien fría)
podremos colocar directamente las galletas
sobre la bandeja de hornear. Esta receta al
no llevar ningún tipo de levadura, la galleta
no se extiende mucho, pero hay que dejar
un par de centímetros de separación entre
galleta y galleta. No es necesario colocar
papel de hornear en la bandeja de las
galletas, tan pronto las saquemos del horno,
y cuando todavía están calientes, las
despegamos suavemente de de la bandeja y las
dejamos reposar durante 5 minutos ya no se
pegaran . Nos parecerá que están un poco
blandas, pero endurecerán al enfriar.
Los recortes sobrantes, los uniremos,
estiraremos entre dos papeles, y enfriamos
en la nevera por lo menos 15 minutos. Estos
recortes los podremos utilizar 3 veces más,
pero la textura de la galleta no será la
misma, y quedará un poco correosa.
También afectará a la superficie de la
galleta, que no quedará tan lisa, como las
galletas que cortamos de una masa estirada
solo 1 vez.
La bandeja de galletas ya cortadas la
debemos de meter de nuevo a enfriar, a
dejarlas 15 minutos en nevera o 10 minutos
en el congelador. Este paso es “obligatorio”
ya que sino las galletas perderán la forma.
Precalentar el horno a 180º e introducir la
bandeja de hornear (H) durante un mínimo
de 10 minutos . Este es el tiempo de
cocción que indica la receta original, pero
eso depende del tamaño de las galletas. Hay
que tener en cuenta que todas las galletas
que coloquemos en la bandeja deberán ser
del mismo tamaño, ya que no todas las
galletas tardan el mismo tiempo en hacerse.
Lo ideal para las galletas que yo hago,, que
son de una media de 10 cm, son 18 minutos
de horneado. Pasados 15 minutos hay que
estar muy pendiente ya que 1 minuto más o
menos puede ser la diferencia entre una
galleta perfectamente horneada y una
galleta quemada.
También deberemos conocer bien nuestro
horno, primero si la temperatura es correcta
horno que os indique la temperatura exacta)
y segundo si nuestro horno calienta
uniformemente, de lo contrario, pasada la
mitad del tiempo de cocción deberemos
girar la bandeja 180 grados. También os
recomiendo utilizar un reloj de cocina con
alarma ( a mí siempre se me va el “santo” al
cielo).
Cuando las saquemos del horno hay que
tener en cuenta que las galletas se siguen
tostando, por eso, si nos quedan un poco
claritas, las podemos dejar enfriar sobre la
misma bandeja, sino, con que las dejemos
reposar cinco minutos, ya la podremos
mover ( con la espátula especial de galletas)
a enfriar a una rejilla.
Me gusta dejarlas enfriar dos
horas como mínimo, antes de decorarlas o
congelarlas.
Esta receta la tomé del "Rincón de Bea" que para mi es la mejor en galletas
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